martes, 28 de septiembre de 2010

La excusa del cansancio

Marcelo me ha dado pie a abrir una pequeña sección sobre excusas de futbolistas, entrenadores o presidentes. El brasileño habló en una entrevista para AS y respondió lo siguiente cuando fue preguntado por la falta de gol del Madrid: "El balón no nos entra porque a lo mejor nos puede faltar un poco de frescura y tranquilidad. Estamos entrenando y jugando todos los días y casi no tenemos tiempo para descansar". Intentemos entender al jugador. Cualquier excusa es buena...
http://www.as.com/futbol/articulo/todos-dias-jugamos-entrenamos-falta/ANCHOR/20100927dasdaiftb_17/Tes
No me extraña que los futbolistas estén cansados. Pensemos en la semana normal de cualquier jugador de alto nivel. El domingo o el sábado, partido. 90 minutos de tensión y un viaje a casa algo más largo si juegas fuera de tu estadio. Y sin haber podido ver a Alonso con los amigotes mientras te tomas unas cañas. El lunes madrugón. A las diez ya hay que estar entrenando. "Joer, tan temprano no puedo llevar a los niños al colegio", se ha oído por Valdebebas. Y después de una hora y media de trabajo de recuperación, a casa. El martes entrenamiento algo más intenso, que el miércoles hay partido, pero tampoco mucho no se vayan a cargar. Esta vez dos horas, que hay charla táctica. Y así sucesivamente. Luego, circunstancialmente, hay algún día libre. Bueno, y las Navidades. Y si no soy internacional, cuando hay partidos de selecciones. Y el verano, que algunos duran casi como el de los profesores. Esto sí es cansado y no levantarte todos los días a las seis de la mañana, llegar a tu casa a las seis de la tarde e irte a entrenar, jugar con tus amigos o cualquier otra tarea deportiva. Eso sí que es no tener "tiempo para descansar", amigo Marcelo.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Bywater, el portero artista

La cultura ha llegado al mundo del fútbol, aunque le ha durado muy poco al artista poder difundir su gran obra. Stephen Bywater, portero del modesto Derby County que milita en la Segunda División británica, tuvo que retirar de la puerta de su casa una ¿escultura de arte moderno? Uno no sabe demasiado de arte, no nos engañemos, pero por lo visto puede parecer de todo menos eso. De hecho, apunto como hipótesis una terrible borrachera con amigos para poder juntar todos los elementos que componen dicha obra: una muñeca hinchable, un baño químico de esos que se usan en las fiestas populares y una caravana para el transporte de caballos.
Bien, pues el amigo Bywater juntó todo y creo esto.


Poco después tuvo que cubrir su obra porque hería la sensibilidad de sus vecinos. Incluso tuvo que pedirles disculpas. ¡Qué poco gusto por el buen arte tiene en el barrio de Sutton! Y además se ha llevado una reprimenda de su club, que ha hecho un comunicado público en el que dice que "la conducta de nuestro futbolista no se corresponde con lo que queremos de nuestros empleados". Para uno que se anima y prueba a hacer algo distinto a jugar al fútbol, lucir coches e ir de compras....

Sobre el césped del Bernabéu y el Camp Nou

Veo sorprendido cómo el césped de dos de los mejores estadios del mundo están para todo menos para jugar al fútbol. Me refiero al Santiago Bernabéu y al Camp Nou. Se supone que en estos campos juegan dos de los mejores equipos del mundo: el mejor club del siglo XX, según los analistas, y el que, de momento, es el mejor club del siglo XXI. También me refiero a dos de la entidades más poderosas del planeta, las que más dinero tienen en sus arcas y las que hacen más gasto año tras año...
Entonces, si tienes el mayor presupuesto, los mejores jugadores y aspiras a lograr "la excelencia futbolística" (son palabras de Florentino, no mías), ¿por qué tienes que jugar en un "patatal" (esta vez es expresión de Mourinho) y no en un campo como Dios manda? Debe ser como conseguir una cita con Beyonce, llevarla a cenar al McDonald e intentar acabar la faena en un Smart.
No debe ser tan complicado tener el césped arregladito y en perfectas condiciones para la práctica del fútbol. Pero no soy jardinero y no sabría explicar por qué sistemáticamente el césped de estos dos estadios se tiene que cambiar cada dos por tres. Y siempre tarde, con la temporada ya empezada. Espabilen y cuiden todos los detalles, que el fútbol no es sólo fichajes caros y paripés.

martes, 21 de septiembre de 2010

El pulpo antes conocido como Paul....

Antes de nada querría pediros disculpas por mi ausencia durante estas casi tres semanas. Las vacaciones y, no me esconderé, una pequeña gran pereza, me han bloqueado por completo. Pero he vuelto con más ganas que nunca. Ahí os dejo esta pequeña pieza sobre el pulpo antes conocido como Paul.


Leo sorprendido esta tarde que el tan famoso durante el pasado Mundial pulpo Paul no es inglés y sí italiano. Acabáramos. Ahora lo entiendo todo. Por eso Berlusconi no dudó en decir que la victoria de España en Sudáfrica también era italiana, al ser mediterráneos... Vaya jeta. Entonces, ¿también son nuestros sus cuatro anteriores Mundiales? Si fuera así, seríamos pentacampeones, como Brasil. Qué nos pongan las cinco estrellitas ya...
Pero volvamos a Paul o, mejor dicho, a Paolo. La isla de Elba, donde vivió sus últimos días Napoleón, parece ser el verdadero lugar de nacimiento de este simpático cefalópodo. Y digo simpático porque acertó y nos llevamos el Mundial. De lo contrario ya nos lo habríamos comido a feira. Pues bien, en Elba han montado un fiestón esta noche porque Paolo cumple seis años. Y para que no haya dudas de que es italiano, le van a otorgar como regalo un certificado de nacimiento auténtico que ratifica de una vez por todas sus orígenes. Así ya no habrá dudas, aunque lo que no parece claro es que el propio Paolo sea consciente de su origen italiano. De haberlo sido creo que sus predicciones habrían cambiado un poquito...
Pero lo que más me sorprende de todo esto es la bola, y me incluyo, que se le está dando a este bicho. Hace menos de un mes se dijo que era británico. Incluso en julio, el concejo de Carballiño (Galicia) le nombró ciudadano ilustre e hicieron una oferta de 30.000 euros parar comprar a Paolo y convertirlo en el símbolo de la zona, promocionando a su vez la feria del pulpo de dicha localidad. Entonces, el pulpo anteriormente conocido como Paul y ahora llamado Paolo se convertiría en Paulinho... Pobrecito, a este ritmo va a necesitar un psicoanalista.