Veo sorprendido cómo el césped de dos de los mejores estadios del mundo están para todo menos para jugar al fútbol. Me refiero al Santiago Bernabéu y al Camp Nou. Se supone que en estos campos juegan dos de los mejores equipos del mundo: el mejor club del siglo XX, según los analistas, y el que, de momento, es el mejor club del siglo XXI. También me refiero a dos de la entidades más poderosas del planeta, las que más dinero tienen en sus arcas y las que hacen más gasto año tras año...
Entonces, si tienes el mayor presupuesto, los mejores jugadores y aspiras a lograr "la excelencia futbolística" (son palabras de Florentino, no mías), ¿por qué tienes que jugar en un "patatal" (esta vez es expresión de Mourinho) y no en un campo como Dios manda? Debe ser como conseguir una cita con Beyonce, llevarla a cenar al McDonald e intentar acabar la faena en un Smart.
No debe ser tan complicado tener el césped arregladito y en perfectas condiciones para la práctica del fútbol. Pero no soy jardinero y no sabría explicar por qué sistemáticamente el césped de estos dos estadios se tiene que cambiar cada dos por tres. Y siempre tarde, con la temporada ya empezada. Espabilen y cuiden todos los detalles, que el fútbol no es sólo fichajes caros y paripés.
Si hay algo que me gusta y de lo (creo) sé es el fútbol. Llevo desde los cuatro años jugando y todavía sigo dando guerra a mis 35 (los que me conocéis sabéis que cada vez menos). Y otros doce años ya ejerciendo de periodista deportivo. Por ese motivo y después de cubrir la información de Atlético B, Celta, Atlético y Real Madrid, entre otras tareas, me he decidido a contar el "fúrgol" como yo lo veo. Espero que os guste y, sobre todo, que os entretenga. Puedes seguirme en @as_quiquerubio
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